¿Cuál será el principal desafío tecnológico de su empresa en los próximos diez años? Siendo un trato directo, no sería exagerado decir que se tratará de la seguridad de la información. La explicación es bastante simple: a medida que las empresas avanzan hacia la transformación digital, también aumentará la importancia de la seguridad de datos y activos que los sistemas de energía y, en última instancia, la toma de decisiones corporativas.
La ciberseguridad será el desafío del futuro de las organizaciones. Esto no significa, sin embargo, que los líderes corporativos tengan la opción de esperar hasta que las proyecciones se hagan realidad. Sin todo lo contrario. La mejor forma de preparar a las empresas para lo que está por venir es, precisamente, comprender y resolver las dificultades y lagunas que las operaciones tienen ahora en sus operaciones cotidianas.
Estos temas ya están presentes e impacta los resultados corporativos diariamente. Cualquiera que esté al tanto de las noticias ha visto sin duda una serie de casos en los que vulnerabilidades e infracciones han dado lugar a muchos casos de filtración o robo de datos.
Es precisamente esta perspectiva la que ha llevado a cientos de líderes ejecutivos de todo el mundo a programarse para los desafíos que sus organizaciones enfrentarán en los próximos años. Según estudios de mercado, la ciberseguridad ya era una de las principales preocupaciones de los CEO incluso antes de la pandemia COVID-19. Ahora, con el avance del uso de soluciones en la nube y una mayor descentralización de los equipos, es natural que la seguridad digital crezca radicalmente en termas de su importancia.
El hecho es que los directores generales ven las amenazas a la ciberseguridad como uno de sus desafíos más aterradores y complejos. Un estudio realizado por el Foro Económico Mundial indicó que el miedo a los ataques de ciberseguridad es ahora una de las mayores preocupaciones para el crecimiento empresarial de los líderes mundiales.
La seguridad de la información es un factor inseparable de la competitividad de las empresas y la experiencia de servicio al cliente. Este no es un problema corporativo que se pueda ver por separado de las estrategias de productividad, ventas y resultados. La ciberseguridad es, en el escenario actual, un elemento indispensable para que las empresas tengan un futuro.
¿Pero cómo es posible gestionar este problema? ¿Cómo deberían posicionarse los líderes empresariales y de TI para mitigar los riesgos inmediatos y a largo plazo en sus operaciones? La respuesta a estas preguntas requiere una combinación de esfuerzos que incluyan adoptar herramientas modernas específicamente preparadas para prevenir y disuadir amenazas, y la creación de una política organizativa sólida con prácticas centradas en la protección de datos.
La elección de la tecnología, a este respecto, es un paso fundamental en este proceso de protección. Contar con herramientas inteligentes que añaden información y visibilidad a la gestión de la marca es esencial para integrar la seguridad como facilitador de la innovación, el avance de la oferta y el cuidado del consumidor.
Sin embargo, también será necesario valorar a los especialistas en seguridad de la información. En este sentido, podemos decir que es importante contar con profesionales específicos para monitorear este tema e invertir en la formación de otros empleados, aparentemente no relacionados con el tema, que puedan apoyar la protección de los datos de las empresas.
Por supuesto, esta solicitud nos lleva a otro desafío de las organizaciones, que es encontrar el mejor talento. En general, las investigaciones apuntan a la dificultad de cubrir puestos de seguridad cibernética. Se estima que hay una brecha de casi 3 millones de expertos en ciberseguridad en todo el mundo.
Sin lugar a duda, esta es una cuestión relevante y desafiante. Pero vale la pena señalar que sin la participación de las empresas, nunca tendremos una solución. Habrá que atacar cuanto antes esta falta de especialistas, valorando los talentos del área y promoviendo las certificaciones y cualificaciones de nuevos grupos de profesionales. Crear un equipo comprometido y capacitado con tecnología de última generación es esencial por ahora, pero conseguir que estos jóvenes se especialicen es lo que marcará la diferencia desde el principio.
Las empresas deben complementar el invertir en tecnología con acciones que permitan valorar a las personas y estimular el desarrollo de habilidades en sus equipos. Sólo entonces tendrán un plan sólido para hacer más efectiva la ciberseguridad de sus operaciones. Combinar soluciones de gestión de seguridad más inteligentes y profesionales preparadas para prever y detectar fallas de procesos son requisitos que no pueden dejarse para mañana. La mejor estrategia para la protección de datos en el futuro es la que comienza ahora.